19:26 hrs.
Sala de entretenimiento del yate.
El sol ha empezado a ocultarse. Alan y su hermano se encuentran sentados en un espacioso sillón bebiendo una copa.
- - Ya me voy por los demás– Dice Luis dejando la copa en la mesa.
- - Si. ¿Cuántos vienen?
- - Siete. Tiago, dos de sus hombres y cuatro viejas.
- Pinche Tiago caliente. Oye traéte un iPod pa’l Ángel ¿no?
- - Si – contesta Luis al momento que voltea a ver su reloj.
Entra Diana vestida con un traje blanco y se sienta al lado de Alan.
- - ¿En qué te vas a ir Luis?
- - En la moto. La dejo allá y me regreso con ellos en la lancha
- - Va.
Luis se pone de pie, se estira y bosteza. Alan le da el último trago a su bebida y coloca el vaso en la mesa de centro mientras Diana lo abraza y comienza a besarlo.
- - Nos vemos al rato – Se despide Luis mientras camina alzando la mano sin voltear.
- - ¡Oye Luis! – Aparta a Diana con el brazo quien sigue besándolo - ¡Hazte pa’lla! -
Luis se detiene y voltea sobre su hombro izquierdo.
- - ¿Qué paso? –
Alan se levanta del sillón y saca de su cartera un bonche de billetes.
- - Llévale esto al almirante Casasola. De ahí de la naval. Dile que muchas gracias y que vamos a estar aquí hasta el domingo –
Diana se levanta del sillón y va a servirse una copa.
- - Si – Contesta Luis regresando por el dinero – Me llevo a Ángel -
- - Llévate al Vochito también, que aprenda el chamaco de los negocios –
Diana regresa con dos copas. Le entrega una a Alan.
- - Ahora si vente pa’ca mi reina – abraza a Diana por la cintura y la jala contra él - ¡Ah! ¡Luis! También dile a Casasola que ya sabe que el Alacrán no pica si no lo molestan -
– - ¿Que no pica? Si se la pasa “picando” con esa puta – susurra Luis para sí mismo.
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